miércoles, diciembre 26, 2012

Último maretón: oleaje de la zona de Llanes

Además del bufón, también es un espectáculo contemplar la fuerza el oleaje por la zona de Llanes.

Oleaje en Llanes

Oleaje en Llanes


Oleaje en Llanes


Oleaje en Llanes


lunes, diciembre 24, 2012

Último maretón: bufón de Ballota

Tiene delito que un asturiano nunca hubiera visto los bufones de la zona de Llanes en pleno apogeo. Pues bien, como nos cuadró día libre en el último maretón, junto a una marea bastante alta, decidimos ir a ver el los bufones, concretamente el de Ballota

La verdad que es todo un espectáculo. Es bonito saber que siempre quedan cosas por descubrir en esta tierrina tan guapa como ye Asturias.

Bufón de Ballota

Bufón de Ballota

Bufón de Ballota

Bufón de Ballota

Bufón de Ballota

viernes, diciembre 21, 2012

Vídeo Felicitación de la empresa en la que trabajo

Entiendo que a los que no conocéis al personal os hará menos gracia, pero bueno está divertido.

Tened en cuenta que esta es la versión extendida, sólo difundida a los miembros de la empresa. La versión oficial es más corta y está capada :D

Pues eso, Felices Fiestas!

jueves, diciembre 20, 2012

Conociendo Islandia en 11 días: día 11

El día 11 ya amanecimos en Reikiavik. Para despedirnos cayó una helada de las buenas por la mañana. Habíamos pasado la noche muy cerca del punto de entrega de la furgoneta.Desayunamos, hicimos las maletas y recogimos la furgo, para después llevársela a nuestro amigo furgonetero.

La devolución fue sin problemas y el hombre nuevamente muy agradable. Nos acercó hasta el hotel en el que pasaríamos esa noche. Como la entrada no era hasta las 2 de la tarde, dejamos las maletas en el hotel y salimos a dar un paseo por la capital, único momento en el que sacamos la cámara.

El hotel era muy céntrico, y pese a no estar mal, tampoco hacía honor a sus 4 estrellas. Se me olvidaba, lo primero que hicimos nada más llegar al hotel, fue sacar el flybus para ir al aeropuerto al día siguiente. Tengo entendido que, por norma general,se puede sacar el billete en casi cualquier hotel.

Una vez salimos, dimos una pequeña vuelta por el centro. Visitamos la catedral, que la verdad es preciosa, subimos a la torre para ver una panorámica de Reikiavik (unas 1000ISK cada uno creo recordar) y entramos en una cafetería bastante peculiar.

Reikiavik

Reikiavik

Reikiavik

Reikiavik

Después de eso ya fuimos al hotel a deshacer las maletas y a relajarnos un poquito. Salimos a comer a un "bistro" cerquita del hotel, del que no recuerdo el nombre. Después unos souvenirs y otro poco de paseo por el centro.

Como podéis ver en la panorámica, el centro de Reikiavik está formado por pequeños edificios y casas, que no superan los 4 pisos más o menos. Es muy pequeño para ser el centro de una capital europea, pero tiene mucho encanto, y puedes pasear sin apenas confluencia de coches.

Las afueras ya tiene un poco más de tráfico y es más zona "laboral" e incluso zona residencial. De todos modos Reikiavik se puede considerar pequeña, aún teniendo en cuenta las afueras.

Para cenar decidimos ir a un buen restaurante como despedida. Elegimos el Laekjarbrekka. Pedimos cordero y ganso, y la verdad es que estaba exquisito. La comida es algo más cara que en Asturias en general, pero muy poquito, teniendo en cuenta que el restaurante era de los buenos.

Para finalizar el viaje, una aurora boreal (sin cámaras) en el puerto de Reikiavik y a dormir. Al día siguiente madrugón, aeropuerto y rumbo a Londres. Y aquí se acaba la aventura islandesa. Colorín colorado, este bonito cuento se ha acabado.

lunes, diciembre 17, 2012

Conociendo Islandia en 11 días: día 10

Amanecimos el día 10 bajo una mañana despejada y helada en Stykkishólmur. El pueblo pesquero es bastante bonito y uno de los más grandes que nos encontramos.

Stykkishólmur

Tras desayunar comenzamos el viaje del día en furgo. Tocaba rodear la península de Snæfellsnes. El camino en coche depara paisajes muy bonitos, especialmente en la zona norte, donde las montañas reflejadas en los lagos en calma daban lugar a preciosas panorámicas, al igual que los extensos campos de lava.

Zona norte de península Snæfellsnes

Zona norte de península Snæfellsnes

Después de unas paradas fotográficas y un tramo de carretera, hicimos una pequeña parada para tomar un café en Ólafsvík, nuevamente un pequeño pueblo pesquero de Islandia, en el que se encuentra una montaña con forma muy característica y fotogénica.

olafsvik

olafsvik

Después de un rato por la zona, llegamos a los pies del volcán que da nombre a la península, el Snæfellsnes, cuyo cráter está cubierto de hielo y que ha sido elegido por Julio Verne como inspiración en su Viaje al Centro de la Tierra, como lugar de entrada.

Para hacer cima hace falta una excursión guiada con todoterrenos y motos de nieve, por lo que solamente lo vimos desde la carretera y alguna desviación.

Volcán de Snæfellsnes

Volcán de Snæfellsnes

Proseguimos por la carretera rumbo a Reikiavik. Por el trayecto paramos por Hellnar y Arnarstapi, pueblecitos que estaban desiertos en esta época del año.

Hellnar y Arnarstapi

Hellnar y Arnarstapi

Por último, y ya cerquita del destino, hicimos una pequeña parada para merendar, ya muy cerquita de Reikiavik, en Borgarnes, una pequeña ciudad de 2000 habitantes, pero de las poblaciones más grandes que nos encontramos.

Después de un chocolate y algo de bollería para paliar el frío, cruzamos un túnel (único tramo de peaje de Islandia) submarino de Hvalfjarðargöng. Puede evitarse, pero das mucho rodeo.

Finalmente, ya prácticamente en la capital, contemplamos un precioso atardecer, para el que, por supuesto, tuvimos que parar a echar unas fotos.

Atardecer en Reikiavik

Atardecer en Reikiavik

Dimos una vuelta por la ciudad, y luego nos fuimos a pasar la última noche en la furgoneta. Aparcamos cerca del lugar de devolución, pues a las 10 habíamos quedado para dejarla. Una última noche bien fría para despedirnos de la aventura.

sábado, diciembre 08, 2012

Conociendo Islandia en 11 días: día 9

Despertamos el día 9 en los fiordos del oeste. Desayunamos y emprendimos el camino. Nuestro destino: Látrabjarg. Por el camino nos esperaban nuevas aventuras por carreteras de grava en mal estado, pero esta vez el tiempo estaba de nuestro lado.

Con un amanecer precioso adornado por las primeras luces y heladas, parábamos cada poco hacer alguna que otra foto, mientras disfrutábamos del paisaje de los fiordos. A su vez, con la vista puesta en el horizonte marino se podía apreciar el famoso volcán Snæfellsjökull del que hablaremos el próximo día.

Camino a Látrabjarg

Camino a Látrabjarg

Camino a Látrabjarg

Camino a Látrabjarg

Camino a Látrabjarg

Después de un rato de viaje y encontrarnos por primera y única vez un coche de policía, llegamos al desvío que indicaba nuestro destino. La carretera empeoraba y un cartel indicaba que no había gasolineras. Y no sólo gasolineras, sino que no había rastro de vida humana. Atravesamos pueblos "fantasma" en los que lo único que destacaba eran los restos de autobuses, palas, aviones, barcos... Habíamos leído en la lonely planet sobre un bar en el que recomendaban unos snacks caseros, pero el cartel indicaba que en invierno permanecía cerrado. A su lado restos de un avión Estadounidense que permanecían allí desde la última Guerra Mundial, todo ello dentro de un pueblo totalmente deshabitado. Eso sí, justo al otro extremo de una ría, podías divisar un pueblo pesquero en el que sí parecía haber vida.

Camino a Látrabjarg

Camino a Látrabjarg

Camino a Látrabjarg

Camino a Látrabjarg

Camino a Látrabjarg

Otro poco de carrtera, y después de una subida pronto comenzamos a ver las playas y acantilados de Látrabjarg. Parecía una zona de veraneo, pues te encontrabas con apartamentos, y zonas de acampada, pero para esta época del año (mediados de octubre) estaba completamente desértico.

Dimos un paseillo por los acantilados, sacamos fotos a las gaviotas árticas de la zona y dimos vuelta, pues teníamos que coger un ferry que no sabíamos exactamente a que hora salía.

Látrabjarg

Látrabjarg

Látrabjarg

Una vez deshicimos el camino, llegamos al pueblo donde salía el Ferry, Brjanslaekur. Otra pareja alemana estaba allí esperando. La cafetería donde vendían los tickets aún estaba cerrada, por lo que aprovechamos a comer y a organizar un poco las maletas y la furgo por ir adelantando tiempo. Creo recordar que el ferry salía a las 18:00. En veranos salen dos, uno por la mañana y otro por la tarde, pero en invierno solamente sale uno al día, eso sí todos los días. El precio aproximado por la furgo más dos personas eran unos 11000 ISK. El kilometraje y tiempo que te ahorras compensa este gasto con creces, pues el kilometraje al destino Stykkishólmur haría que el dinero gastado fuese parecido y el tiempo de viaje mucho mayor. Cenamos en el Ferry una hamburguesa y una pizza y a la llegada un bañito en la piscina local y a dormir.

Ferry Brjanslaekur-Stykkishólmur