Conociendo Islandia en 11 días: día 7

Despertamos el séptimo día a orillas del lago Myvatn, o lago de las moscas. Primero nos asomamos a la orilla para hacer unas fotos, pues los reflejos estaban muy bonitos.

La idea era rodear el lago viendo la zona para seguir nuestro camino hasta el destino final del día; Akureiry.

Por el camino nos desviamos un poquito para subir a la cima de Hverfjall , un cráter desde el que se puede ver la zona de Krafla y sus fumarolas al norte/noroeste y tener unas bonitas vistas del lago al sur/sureste.

Hverfjall Iceland from Juan Ramon Martinez Cezon on Vimeo.

Rodeando al lago se pueden ver algunos montes nevados, de origen volcánico, caracterizados por su cima plana.

Además Myvatn es un lago que destaca por albergar numerosas especies de aves, aunque en esta época ya no es tan habitual ver tantas. Eso sí, te puedes encontrar con algún que otro cisne, y por supuesto, caballos en las praderas de alrededor.

Una vez rodeado el lago, y sin hacer demasiadas paradas, seguimos camino a Akureiry. Algunas fotos del paisaje y más caballos hasta llegar a la siguiente parada obligada: Godafoss, o la cascada de los dioses. Otra verdadera maravilla. Encontrarla es fácil, pues está también a pie de carretera principal.

Unas fotos en la cascada y esta vez sí, cogimos camino de seguido a Akureiry, una de las poblaciones más importantes de Islandia, y denominada también como capital del norte. Este dato te resulta curioso cuando estás allí, pues aquí no pasaría de ser una pequeña villa.

Dimos un paseo por la Villa, comimos (un poco tarde) y probamos por primera vez el cordero islandés. Una verdadera delicia. Al contrario que en España, el cordero te lo sirven frito en solomillo. Está tierno y exquisito. Totalmente recomendable. Después pasamos por Brynja, que dicen que sirven los mejores helados de Islandia. Estaban buenos, pero no sé si son los mejores, pues no probamos ningún otro :P

Despues, nos tomamos una cerveza en un bar/mercería, sí sí, como lo oís, lo mismo os tomáis una cerveza, que cenáis algo, que os compráis unas lanas o unos botones :D Qué curiosos estos islandeses! A destacar del bar, que su fachada frontal, estaba forrada con lana. Apenas saqué la cámara por aquí, así que casi no tengo fotos del lugar.

Nos tomamos la cerveza, y pronto empecé a echar vistazos al cielo. Las previsiones daban altas probabilidades de auroras boreales, y se podían observar las típicas manchas blancas en el cielo, que son el presagio de que de un momento a otro las auroras pueden empezar. Nos subimos a la furgo y emprendimos marcha lejos de la "ciudad". Aparcamos en un área recreativa, pues el espectáculo acababa de comenzar. Esta vez sí, vimos auroras de verdad.

Después de un rato sacando fotos, seguimos un poco en furgo y pronto paramos. Más auroras a la vista, otras pocas de fotos, con un frío que pelaba, y a dormir. Mañana será otro día...